EL CAMINO DE EMAÚS, TODA UNA EXPERIENCIA (Lc 24, 13-33) Los cristianos, tal vez embotados por la costumbre, leemos o escuchamos sin pestañear los relatos evangélicos de la resurrección de Jesús, como si se tratara de documentos históricos. Tal vez no caigamos en la cuenta de que, si bien se trata de un acontecimiento de tal importancia que podemos decir que si el cristianismo sobrevivió a sus primeras crisis y ha llegado hasta nosotros es por la fe en la resurrección, no es un acontecimiento histórico sin más. Efectivamente, no estamos ante un hecho verificable como los son los hechos de la historia, pero eso no quiere decir, en modo alguno, que no sea un hecho verdadero. Se trata de una verdad “meta-histórica”, es decir, que va más allá de la historia; en palabras del teólogo Juan Luis Segundo, es una verdad que pertenece al plano en el que se juzga el sentido de la historia... Por tanto, los conocidos relatos de las apariciones de Jesús narradas al final de los ev...
Para leer el Evangelio y no perder la fe